En este primer post se incluye la portada del libro, índice de contenidos y mapa de Prythian.
Y hoy se incluye la introducción del libro desde el punto de vista de Rhysand.
Mañana subiré el primer capítulo traducido, y así hasta el tercero.
¡Disfrutadlo mucho!
Rhysand
Dos años antes del muro
El zumbido de las moscas y los gritos de los supervivientes hacia tiempo que habían reemplazado a los tambores de guerra.
El campo de batalla era ahora una extensión enredada de cadáveres, humanos y faes por igual, interrumpidos solo por las alas rotas sobresaliendo hacia en cielo gris o por los ocasionales bultos de unos cuantos caballos mutilados.
Con el calor y la pesada nubosidad que nos cubría, pronto el olor sería insoportable. Las moscas ya se arrastraban por los ojos abiertos mirando hacia arriba sin pestañear.
Ellas no diferenciaban entre la carne mortal o inmortal.
Escogí mi camino a través de la llanura llena de hierba, marcando las banderas medio enterradas en barro y sangre.Tomé la mayor parte de la fuerza que me quedaba para proteger mis alas con mi cuerpo y mi armadura. Mis propios poderes fueron borrados antes de que la carnicería parara.
Había gastado las últimas horas luchando en el bando mortal con mi espada y puños de forma brutal e implacable. Retuvimos la línea contra las legiones de Ravennia, hora tras hora, nosotros mantuvimos la línea, como mi padre habría ordenado hacer, y como yo sabía que debía hacerlo. Fallar aquí habría significado un golpe mortal para nuestra resistencia.
La fortaleza que se encontraba a mis espaldas era demasiado valiosa como para ser cedido a los Leales. No solo por su ubicación, en el medio del continente, sino por los suministros que guardaba. Por las forjas que ardían día y noche en el lado oeste, trabajando para abastecer a nuestras fuerzas
El humo de las forjas, ahora mezclado con el de las hogueras detrás de mi, mientras seguía caminando, observando las caras de los muertos. Hice una nota mental para ordenar a cualquier soldado que tuviera estómago para recolectar las armas de cualquier ejército. Los necesitábamos tan desesperadamente como para que no nos importara el honor.
Ahora mismo el campo de batalla esta quieto, nada que ver con la masacre y el caos que finalmente se había detenido hacía horas, cuando el ejército leal se había retirado antes de rendirse, dejando sus muertos a los cuervos.
Me acerqué alrededor de un caballo caído, los ojos de la hermosa bestia, todavía amplios por el terror, las moscas formaban costras en su flanco derecho. El jinete se retorció debajo de él, con la cabeza parcialmente cortada. No de un golpe de espada. No, esos brutales golpes eran garras.
No cederían fácilmente. Lo reinos y territorios que no quería que sus esclavo humanos perdieran esta guerra, a no ser que no hubiera elección. Y aún así... habíamos aprendido de la manera difícil, muy temprano, que no tendrían en cuenta las leyes antiguas ni los ritos de batalla. Y a los territorios Fae que luchaban junto a los guerreros mortales...nos iban a pisar como a bichos.
Aparté a una mosca que sonó en mi oído, con mi mano cubierta de sangre, tanto mía propia como extranjera.
Siempre había pensado que la muerte sería como un regreso a casa, pacífica, una dulce y triste canción de cuna para acomodarme en lo que sea que estuviera esperando después.
Un crujido bajo mi bota blindada, que había chocado contra la de un abanderado Leal, manchas de barro y rojo en el jabalí con colmillos bordado en su bandera esmeralda.
Ahora me preguntaba si la canción de cuna de la muerte no era una canción preciosa, pero oía el zumbido de las moscas. Si, las moscas y los gusanos fueron criados por la muerte.
El campo de batalla se extendía hacia el horizonte en todas direcciones, excepto por la fortaleza a mis espalda.
Tres días que los habíamos retenido fuera, tres días, en los que habíamos luchado y muerto aquí.
Pero habíamos mantenido las líneas. Una y otra vez habíamos reunido a humanos y hadas que se había negado ha dejar pasar a los Leales, incluido cuando habían atacado nuestro vulnerable flanco derecho con tropas frescas el segundo día.
Yo había usado mi poder hasta que no quedaba nada más que humo en mis venas, y luego había usado mi formación Iliria con mi escudo y mi espada, con todo lo que sabía y todo lo que era contra las hordas Leales.
Un ala Iliria medio roída sobresalía de un grupo de cadáveres de altos Faes, como si hubieran necesitado a los seis de ellos para llevar al guerrero abajo.
Los latidos de mi corazón golpeaban mi cuerpo maltratado mientras mientras arrastraba lejos los cadáveres apilados.
Los refuerzos llegaron con el amanecer del tercer y último día, enviados por mi padre después de mi petición de ayuda. Había estado demasiado perdido en la rabia de la batalla como para tener en cuenta lo que había más allá de la unión Iliria, especialmente cuando tantos habían estado empuñando sifones.
Sin embargo en las horas desde que había salvado el culo y cambió el curso de la batalla, yo no había visto a ninguno de mis hermanos entre los vivos. No sabía incluso si Cassian y Azriel habían luchado en la llanura.
Este último era poco probable, ya que mi padre lo mantuvo cerca del espionaje,pero Cassian... Cassian podía haber sido reasignado. No me he puesto delante de mi padre para cambiar a Cassian a una unidad con menos probabilidades de ser sacrificada. A medida que este había ido apenas a medio cojear fuera del campo de batalla antes.
Mi dolor, dedos ensangrentados excavando en la armadura abollada y la carne húmeda, lancé lejos el último de los cadáveres de los altos Fae apilados encima del soldado Ilirio caído.
Pelo oscuro, la piel trigueña... el mismo que el de Cassian.
Pero no fue la cara muerta y gris de Cassian quien abrió la boca hacia al cielo.
Mi respiración huyó de mí, mis pulmones, todavía en carne viva por mis rugidos, los labios secos y agrietados.
Necesitaba agua-mal. Pero cerca, otro conjunto de alas Ilirias asomó entre los muertos apilados.
Topecé y me abalancé hacia él, dejando mi mente a la deriva en algún lugar oscuro y silencioso mientras enderezaba el cuello torcido para mirar a la cara debajo del sencillo casco.
No era él.
Me abrí paso entre el cadáver de otro Iliria.
Y luego otro. Y otro.
A algunos os conocía. A otros no. Sentía el campo de muerte que se extendía hacia adelante bajo e cielo.
Milla tras milla. Un reino de muertos en descomposición
Y yo seguía mirando.
Es una traducción hecha por mí, y yo no soy ninguna experta en inglés, así que disculpad las ratas que seguramente tendré y espero que lo disfrutéis.
Gracias ! Estarás publicando los demás capítulos ?
ResponderEliminarYaa, jajaja lo siento, pero me ha resultado imposible ponerme antes con ello, de todas formas ya lo tienes disponible : http://martascrazyobsesion.blogspot.com.es/2017/05/capitulo-1-court-of-wings-and-ruin-en.html
EliminarDISFRUTALO!
Descuida! ya leí el primero!
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